viernes, 9 de marzo de 2012

TALLER DE LECTURA "HOJAS COMO HOJAS"

Talaron el sauzal frente a mi casa

Varias hectáreas de bosque natural. Parece que van a lotear y los árboles estorban, desvalorizan. ¿Cómo es posible que una tierra arrasada tenga más valor que un bosque? Yo no lo puedo entender. Aunque yo olvido que el valor de los árboles no está relacionado con su hermoso aspecto sino con la utilidad de su madera.

Cortaron el sauzal frente a mi casa

Apareció una mañana la manada de hombres con sus motosierras rugiendo como fieras y acometieron contra el primer árbol.

En pocas horas ya habían abierto una brecha que se iba agrandando rápidamente. Los árboles cercanos esperaban su turno, inmóviles, paralizados por el terror. Tal vez no habría viento ese día para agitar sus copas; quizás hasta el viento se detuvo ante ese horrible espectáculo.

Ya el año pasado habían sacrificado una franja junto al callejón, para que las ramas no estorbaran los cables de una nueva línea de electricidad. Pero ahora iban cayendo uno tras otro. El quedo ronroneo de la sierra se iba transformando en un histérico alarido al hincar sus dientes de acero en la carne del sauce: un leve temblor en la copa, un crujido siniestro, el estruendo sordo de la caída; y en seguida la manada asesina arremetiendo contra sus ramas para desgajarlas y luego trozar su cuerpo.

Destrozaron el sauzal frente a mi casa

Ya no era el pequeño hachero que –imitando al castor- atacaba el gigante vegetal para construir su casa. Ya no era una cuestión de supervivencia: era un exterminio, un genocidio.

Luego se llevarán las pilas de leña y quemarán las ramas.

Y el viento sur traerá las cenizas hasta mi casa.

Arrasaron el sauzal frente a mi casa

Adiós a los jilgueros y a los zorzales. Ya no corretearán las liebres ni alzará su grito el Martín pescador. Ahora me queda una amplia panorámica de la cordillera. Pero bajando la vista sobre el desierto de enfrente, aún me parece ver un oleaje de copas verdes agitadas por el viento, que sólo seguirán existiendo en mi recuerdo.

César María César. Paraje Entre Ríos, Lago Puelo, Chubut.

No hay comentarios:

Publicar un comentario