Instrucciones para Cruzar un Río.
Estas instrucciones NO pretenden discriminar, ni separar, ni pensar, fuera de
tema, que un bosque, no es también un río, o una montaña un río de piedras.
Dicho esto, procedemos.
Lo primero que uno debe hacer;
y digo
persona y no animal, insecto o sombra, porque ellos saben, como siempre, un
poquito más que nosotros; es llenarse de valor, y estar dispuesto a perderse un
poquito, a ser llevado por la corriente,
y ser un poquito más bosque, un poquito más montaña y un poquito más río.
Hecho esto, si lleva mochila,
desabróchela, deje al río elegir qué se lleva. Y camine, como camina la vida,
pero río adentro. El agua, golosa pero asustadiza, empieza por el
principio, los Pies. Ellos así como los
ves, siempre tan parlantes y aventureros, no van solos, llevan consigo, dedos, tobillos y pantorrillas. El agua sabia
como es, no se los lleva, sabe que no se
controla a un grupo de tal calaña, por eso
los deja seguir, prueba después con
toda la pierna. Y cuanto uno menos lo piensa, casi es mejor. Y así casi
sin verlo el río se llevó un poco de tu miedo, para matarlo en silencio, o para
dárselo de alimento a algún árbol guerrero hambriento, y también un poco de tu
amor, para recordarte para siempre, como un testigo de los días que de tanto
pasar, vendrán.
Selva Lihué
Otal
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