INSTRUCCONES PARA ABRAZAR UN ÁRBOL
INTRODUCCIÓN
El abrazo a un árbol es una de las mayores fuentes de
energía natural a la vez que suma placer. Una vez que lo intente estamos
seguros de que lo adoptará como costumbre.
INSTRUCCIONES
Aunque parece simple, el abrazo tiene una técnica
específica. Conocerla y respetar sus pasos aumentará su satisfacción. Asimismo
no nos hacemos responsables de los accidentes que pudieran ocurrir por omisión
de alguno de estos pasos.
ELECCIÓN DEL ARBOL
1. DIMENSIONES Y FORMA DEL TRONCO
La dimensión del tronco debe ser tal que permita ser
abrazado con comodidad y de modo tal que las manos se toquen. De ser muy grueso
el abrazo sería incompleto y de ser muy fino, el abrazante terminaría tocando
sus propios omóplatos.
Es importante que el tronco sea perpendicular al piso.
Esto evita posiciones incómodas y el riesgo de caídas.
2. TEXTURA DEL TRONCO
Deben evitarse los árboles con corteza muy rugosa que
implican riesgo de enganches en la ropa y laceraciones en las manos.
Están totalmente desaconsejados los árboles con púas o
espinas en su corteza. Ej.; acacia, palo borracho.
3. ALTURA DE LAS RAMAS
Las primeras ramas deben estar, por lo menos, a una
altura superior en 10 cm a la del propio abrazante. Esto evitará golpes en la
frente, rotura de anteojos, voladura de gorros o sombreros o terribles
accidentes en la vista.
USTED ESTA LISTO PARA ABRAZAR UN ÁRBOL
Si siguió fielmente las instrucciones anteriores estará
frente al árbol perfecto. Una vez elegido éste y en el momento que le parezca más adecuado,
deberá acercarse, en lo posible relajado y con una sonrisa, sin hacer ruido
para no asustar a los pájaros que estén en sus ramas -extremar el cuidado si en
el árbol hay nidos-.
Ahora sólo debe abrazar el árbol, imaginar cómo hunde
sus raíces en la tierra y cómo la savia corre por él. El olfato es parte
importante de esta experiencia: respire profundamente, sienta la naturaleza en
ese abrazo.
La gran mayoría de los usuarios manifiestan que luego de
esta práctica se sienten serenos, con la energía equilibrada y renovada.
El tiempo aconsejado es de 2 a 4 minutos aunque se sabe
de algunos abrazantes que no quisieron desabrazarse de su árbol en días.
Esto último es manifestación de una personalidad adicta
previa y no corresponde responsabilizar a ningún árbol por tal desviación de la
conducta.
Raquel
Ocampo
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